10 obras imprescindibles que ver en tu visita al Museo del Prado
Elegir solo 10 obras imprescindibles para ver en el Museo del Prado es un reto difícil, más aún teniendo en cuenta el consenso internacional de que es la pinacoteca con más obras maestras por metro cuadrado. ¡Pero lo hemos logrado!
Hemos preparado una visita exprés al Museo del Prado con nuestra selección de las 10 obras más importantes y representativas de su colección. Coge papel y lápiz, anótalos en tu libreta y reserva tu visita al Museo del Prado saltándote las colas con Panchotours y Feel the City.
Las Meninas. Diego Velázquez
Este es uno de los lienzos más visitados del Museo del Prado. La Familia de Felipe IV, más conocida como Las Meninas, es la obra maestra del pintor del Siglo de Oro español Diego Velázquez. Este cuadro presenta un retrato de la infanta Margarita Teresa de España, rodeada de sus doncellas, "las meninas", en el que también podemos ver la figura del propio pintor sevillano Velázquez.
La obra destaca por su originalidad en cuanto al género, a medio camino entre ser un retrato y la representación de una escena de una conversación personal. Sigue la técnica de dilución de pigmentos, gracias a la cual se consigue un adelgazamiento de la superficie pictórica, simplificando así las pinceladas.
Caballero con la mano en el pecho. El Greco
Domenikos Theotokopoulos, conocido popularmente como El Greco, fue uno de los pintores más importantes del Renacimiento. Aunque nació en Grecia, fue en España donde produjo sus obras de arte más conocidas. De estas obras maestras, la que mayor influencia ha tenido en el mundo del arte y en la cultura española es El noble de la mano en el pecho, realizada entre 1578 y 1580.
La obra es un retrato de medio cuerpo de un noble desconocido, que representa el honor y la integridad a través de su composición y simbolismo. En consonancia con los grandes maestros del Renacimiento, representa al caballero con una expresión tranquila, con la mano derecha apoyada sobre el pecho como si prestara juramento. Así, El Greco ejemplifica las cualidades de un buen hidalgo o noble español.
Las tres Gracias. Peter Paul Rubens
Rubens fue uno de los pintores barrocos más importantes de la escuela flamenca y el pintor favorito de Felipe IV de España, su principal mecenas. Es por ello que el Museo del Prado alberga la mayor colección de obra del pintor, con un total de 90 lienzos de Rubens.
Entre ellas, te recomendamos que no te pierdas Las Tres Gracias, una obra de arte de excepcional belleza. Destaca su paleta de colores cálidos, vivos y luminosos. El motivo de la obra es la representación de las "Tres Gracias", las hijas de Júpiter que simbolizan la belleza, el amor, la fertilidad y la sexualidad. Se dice que una de las figuras representa a la segunda esposa de Rubens, Helena Fourment.
El jardín de las Delicias Terrenales. Bosch
Uno de los mayores atractivos del Museo del Prado, y favorito de los visitantes, es el cuadro más famoso y representativo del Bosco: El Jardín de las Delicias. Como en muchas de las obras del Bosco, no está fechado ni firmado, aunque su procedencia no está en duda.
El tríptico, repleto de contenido simbólico de infinidad de interpretaciones, representa el final del último día de la Creación, con el pecado como elemento común en cada una de sus escenas. Es una de las obras más fascinantes y misteriosas de la historia del arte y una parada imprescindible en tu visita al Museo del Prado.
La Perla. Rafael (Rafaello Sanzio)
La Sagrada Familia, comúnmente conocida como La Perla, es una de las obras más aclamadas del pintor Rafaello Sanzio, o Rafael, uno de los artistas más destacados del Renacimiento italiano. La Perla representa a la Sagrada Familia, el niño Jesús en el regazo de la Virgen María, acompañado por San Juan Bautista de niño y su madre, Santa Isabel, con José en las sombras del cuadro.
La Perla destaca por su cromatismo y la calidad de sus matices, así como por la calidad del paisaje: un atardecer entre ruinas romanas. Otras obras maestras de Rafael que te sugerimos ver en el Museo del Prado si tienes tiempo son Retrato de un cardenal y Virgen con el pez.
Emperador Carlos V en Mühlberg. Tiziano Vecellio
Este retrato más conocido del emperador Carlos V es un retrato ecuestre del pintor renacentista italiano Tiziano, uno de los más grandes ejemplos de la escuela veneciana, conocido entre sus contemporáneos como "el sol entre pequeñas estrellas".
El retrato conmemora la victoria de Carlos V en la Batalla de Mühlberg en 1547. Representa, a través de la figura de Carlos V, el mito del poder heroico y al mismo tiempo presenta al Emperador como un "soldado de Cristo". Esta obra de extraordinario valor artístico tuvo una enorme influencia en el período barroco. Sin duda, no te lo puedes perder en tu visita al Museo del Prado de Madrid.
Auto retrato. Albrecht Dürer
El Autorretrato de Dürer es una de las piezas más interesantes del Prado. Es una de las obras más famosas de Albrecht Dürer, el artista más emblemático del Renacimiento alemán. En él, Dürer se retrata a sí mismo como un "gentiluomo", el hombre encargado de informar al Rey de las últimas noticias, utilizando tonos claros y apareciendo ataviado con sus mejores galas.
Albrecht Dürer fue el primer pintor occidental que se representó a sí mismo en varios autorretratos que completó a lo largo de su vida. Al hacerlo, se esforzó por elevar su estatus y presentarse como algo más que un mero artesano.
La Maja Desnuda. Francisco de Goya
De todos los cuadros de Goya que se conservan en el Museo del Prado, te recomendamos que no te pierdas La Maja Desnuda. El Museo del Prado alberga la colección más rica y extensa del afamado pintor español Francisco de Goya, cuya obra evolucionó desde el rococó al prerromanticismo, pasando por el neoclasicismo, interpretando cada movimiento de una manera muy personal y original.
La Maja Desnuda es un retrato de una joven desnuda de enorme belleza que, a pesar de no ser un desnudo mitológico, ha sido asociado a la figura de Venus. El retrato está influenciado por la estética neoclásica, aunque Goya la trasciende y muestra elementos mucho más atrevidos para su época, como la sonrisa satisfecha de la modelo. Además, es la primera obra de arte conocida que representa el vello púbico femenino. Aunque no es seguro, se dice que la modelo podría haber sido la XIII Duquesa de Alba, Cayetana.
Otras obras imprescindibles de Goya que puedes admirar en el Prado son La familia de Carlos IV y El tres de mayo de 1808 en Madrid.
Artemisa.Rembrandt
Judith en el Banquete de Holofernes, anteriormente conocida como Artemisia, es una de las mayores obras maestras del artista holandés Rembrandt, uno de los más grandes maestros de la pintura barroca. Rembrandt completó la pieza Artemisia en el año 1634, en óleo sobre lienzo. Según las últimas investigaciones, el título de Artemisia es erróneo, ya que en realidad representa una escena bíblica: Judit en el banquete de Holofernes.
La pintura muestra a una mujer joven vestida con ropa lujosa y joyas. Se cree que la modelo de Rembrandt fue su propia esposa, Saskia van Uylenburgh, con quien se había casado en el mismo año en que data la obra. Pertenece a la Colección Real desde el año 1768.
El triunfo de la Muerte.Brueghel
El Triunfo de la Muerte es una de las obras más famosas del pintor flamenco Brueghel y nuestra última recomendación de las obras más importantes que alberga el Museo del Prado de Madrid. La obra, que data del año 1562, fue adquirida por la Familia Real de España en el siglo XVIII.
El Triunfo de la Muerte impresiona por su severidad, una representación fiel y macabra de la muerte, en lo que podría ser un campo de batalla. Representa una visión apocalíptica de la muerte en una época en la que se ensalzaba su figura hasta el punto de que se consideraba un motivo de orgullo morir en la guerra.